La ITV es un trámite obligatorio para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de este. Los propietarios de los vehículos tienen que pasarla por primera vez a los cuatro años desde la matriculación, cada dos años hasta los diez años de antigüedad del vehículo, que a partir de ese momento se pasa anualmente.

Si un vehículo no supera al primer intento la inspección por la que pasa, el propietario del vehículo esta obligado a repetirla en la misma estación de ITV. Aunque se ha aprobado el 20 de octubre del año pasado que si el usuario puede acudir a otro centro diferente una vez subsanadas los defectos que provocaron el primer informe desfavorable.

Esta medida ha sido creada ante el riesgo de determinadas estaciones para que no tengan la tentación de mostrarse mas permisivas con el objetivo de atraer clientes.

También se ha modificado la regulación sobre la fecha obligatoria para pasar la ITV. Con esta modificación, aunque el vehículo supere la inspección, siempre que no sea con más de un mes de antelación, no se modificará la fecha prevista para la siguiente revisión.

A partir del mismo 20 de octubre del pasado año, también se ha modificado la edad para catalogar un vehículo como histórico, pasando de 25 a 30 años de antigüedad desde la fecha de su primera matriculación.

Pregúntate los siguientes aspectos fundamentales para la seguridad de tu vehículo y para pasar sin ningún problema la ITV.

Haz hincapié en las luces, los niveles del aceite, liquido de frenos, refrigerante y limpiaparabrisas, puertas, ventanillas, mecanismos de cierres, cinturones de seguridad…

Recuerda que antes de pasar tu ITV, debes de mantener en buen estado los diferentes elementos de tu automóvil.

No debes olvidar llevar en el vehículo la tarjeta de inspección y el permiso de circulación. Y por supuesto, el recibo del seguro vigente.

Es importante que los datos del vehículo, marca, número de bastidor y la matrícula coincidan con los datos de documentación. El permiso de circulación y la tarjeta de inspección técnica.